IMPORTANCIA


La importancia de realizar investigaciones en este grupo de animales puede ser abordada desde diferentes enfoques:

Enfoque ecológico.
Las medusas cumplen un rol importante en las cadenas tróficas, como  transportadoras de materia orgánica y flujo de energía de la superficie hacia las profundidades oceánicas (Vinogradov y Shushkina, 2002); son depredadoras de diversos organismos del plancton, particularmente ictioplancton y zooplancton (Alvariño, 1975a), y a su vez son presa de algunos peces, tortugas y aves (Alvariño, 1975a; Harrison, 1984; Purcell y Sturdevant, 2001).
Las medusas también sostienen relaciones simbióticas, algunos ejemplos son: foresis con algunos ofiuros, con picnogónidos (Ohtsuka et al., 2009), con crustáceos decápodos (Corrington, 1927; Rountree, 1983; Shanks y Graham, 1988; Nogueira y Haddad 2005; Towanda y Thuesen, 2006; Gasca et al., 2007; Ohtsuka et al., 2009; Martinelli et al, 2008) y alevinos de varias especies de peces (Gadidos, Trichiuridos, Clupeidos, entre otros) los cuales se agrupan bajo su campana posiblemente como protección a depredadores (Alvariño, 1975a; Rountree, 1983; Lynam y Brierley, 2006 Lopéz-Martínez y Rodríguez-Romero, 2008). Al igual que otros Cnidarios, presentan mutualismo con zooxantelas del género Symbiodinium, las cuales fotosintetizan y transforman el dióxido de carbono en componentes orgánicos (Arai, 1997), brindándole a su hospedador los nutrientes necesarios mientras este le brinda un buen ambiente para vivir (Rahat y Adar, 1980; Arai, 1997; Ohtsuka et al., 2009), algunas medusas también presentan relaciones de parasitismo sirviendo como hospedero de copépodos harpacticoideos y ciclopoideos, balanos, isópodos, parásitos metacercarios como digenea y anfípodos (Morandini et al., 2005; Towanda y Thuesen, 2006; Ohtsuka et al., 2009); este tipo de asociaciones pueden convertir a las medusas en hospederos intermedios (Ohtsuka et al., 2009).
Actualmente las medusas son consideradas indicadoras de cambios en el ecosistema marino, debido a que crecen en número rápidamente influyendo sobre otras comunidades planctónicas (Russell, 1970; Hale, 1999; Álvarez-Colombo et al., 2003). Este rápido incremento de sus poblaciones es atribuido a factores como la eutrofización, la pesca excesiva y el cambio climático global (Mianzan et al., 2005, Lynam et al., 2006, Purcell et al., 2009), pues los aumentos de temperatura, evaporación y cambios de salinidades en el mar, afectan para bien o mal la producción primaria y a la abundancia del zooplancton, y por lo tanto a la cantidad de presas disponibles para las medusas. 
Enfoque social
Las abundantes poblaciones de medusas o afloramientos tienen un impacto directo sobre la pesca artesanal o la industria pesquera, pues obstruyen las redes de pesca (Russell, 1970) y además se alimentan de ictioplancton (huevos y larvas de peces) y zooplancton el cual sirve de alimento para las larvas de interés pesquero (Purcell y Sturdevant, 2001). 

Peces y medusas compiten por el mismo recurso, dando como resultado un ecosistema desequilibrado, esto quiere decir que si se da un aumento o disminución en las poblaciones de medusas sus competidores disminuirán o aumentarán respectivamente, llegando a afectar niveles tróficos más altos como peces piscívoros, aves, mamíferos marinos e inclusive al hombre (Mianzan y Cornelius, 1999). Es este entonces, un efecto en cascada que se da principalmente por actividades antropogénicas (Purcell et al., 2009) como la eutrofización y la sobrepesca, pues se extraen del medio a los competidores de las medusas dejando toneladas de zooplancton disponibles y favoreciendo directamente al incremento de las mismas (Mills, 2001; Lynam et al., 2006); esto se convierte no solo en un problema de sanidad sino también en un problema para el sector pesquero. De manera que una actividad pesquera no controlada trae como consecuencia menos peces, menos pesca, menos comida y dinero para las poblaciones que viven de este recurso.
Anteriormente se mencionó, que las medusas pueden ser usadas como indicadores de cambios en el ecosistema. La presencia de un afloramiento de medusas durante ciertas épocas del año o durante todo un año, es un indicador de cambios medioambientales, como por ejemplo, contaminación en el agua, drásticas fluctuaciones en la temperatura o salinidad; o que en el sector se está pescando de forma irresponsable. Sin embargo, para tener certeza de esto es necesario conocer la dinámica poblacional de esa población de medusas. Trabajos como el de Straehler-Pohl y Jarms (2010) han demostrado que una forma de reconocer la formación de un afloramiento y tomar las medidas necesarias de control es el reconocimiento temprano de las efíras en muestras de plancton, por lo tanto es necesario identificar esta etapa del ciclo de vida de las medusas, la cual es diferente para cada especie.

En vista de que el sector pesquero se está viendo afectado por el gran número de medusas que dañan las redes, deterioran los productos pesqueros y atrasan las labores pesqueras (Lynam et al., 2006), se torna necesario buscar otras alternativas para el uso de tantas medusas, es por esta razón que se han desarrollado estudios en bioprospección, con los cuales no solo se obtiene un beneficio para la sociedad sino también económico, como por ejemplo, la mucina (qniumucina) extraída de la medusa gigante Nemopilema nomurai (Orden Rhizostomeae) en Japón, está siendo usada para el tratamiento de la osteoartritis en el hombre, obteniendo buenos resultados, pues al ser inyectada inhibe la degeneración del cartílago (Ohta et al., 2009). Medusas como Aequorea, aunque pertenecientes a otra clase (Hydrozoa), suelen aparecer también en grandes cantidades y en su cuerpo contienen una proteína verde fluorescente que emite bioluminiscencia en la zona verde del espectro visible. El descubrimiento de esta proteína mereció un premio nobel en química en el 2008 y recientemente el gen, que codifica esta proteína, ha sido clonado y modificado para generar variantes en el color y ser utilizados en áreas como la biología molecular, microbiología, ingeniería genética, fisiología, e ingeniería ambiental (Shimomura, 1995; Millan y Becu-Vilalobos, 2009). 
Los afloramientos no solo afectan al sector pesquero, sino también al turístico. Las medusas poseen neurotoxinas en sus tentáculos usadas para la caza y para la defensa contra depredadores, pero al contacto con la piel humana, situación que se hace cada vez más frecuente, causa fuertes dermatitis o hasta la muerte. Según Gershwin et al. (2010) el problema se afronta en primer lugar, reconociendo a la medusa que generó la picadura y una descripción de la neurotoxina para desarrollar mecanismos de prevención, protocolos de primeros auxilios y tratamientos hospitalarios para los pacientes afectados (Burnett, 2001). En Colombia, el trabajo de Otero (2012) es una primera aproximación al reconocimiento del problema en la Costa Caribe y sus tratamientos. Por otro lado, el estudio de las neurotoxinas, ha permitido el desarrollo de técnicas para su uso como agentes terapéuticos o como drogas diagnosticas (Torres-Ramos y Aguilar, 2003).
Enfoque económico. 
Las medusas son uno de los organismos más atractivos para los acuarólogos, por la variedad de colores que reflejan con las luces halógenas de los acuarios y los suaves movimientos de su cuerpo y tentáculos. Sin embargo, debido a su fragilidad y a que el 90% de su cuerpo es agua, el mantenimiento de estos organismos en ambientes confinados es difícil; aunque hoy en día es posible el diseño especial de acuarios para la exhibición de estos individuos (Pierce, 2005; Raskoff et al., 2003; Widmer, 2008).
Mientras que en algunos lugares del mundo las medusas son consideradas una plaga, en países como Japón, China y Corea, algunas especies especialmente del orden Rhizostomeae como Nemopilema nomurai, Rhopilema esculentum y Stomolophus meleagris son usadas como recurso pesquero alternativo (Hsieh et al., 2001; You et al., 2007). Estas especies son aprovechadas como alimento de consumo popular debido a que poseen un gran tamaño. Las partes que se consumen son la campana o los brazos orales deshidratados que aunque tienen un bajo contenido proteico son usados más que todo como entrada o ingrediente extra para otras recetas. En Latinoamérica, solamente México cuenta con una explotación de medusas desde 1999 y la especie comercial más conocida es la medusa conocida como bala de cañón (S. meleagris) la cual es exportada hacia Asia en donde se paga hasta 70 dólares el kilo (Puente-Tapia y Medina-Sánchez, 2010).

Teniendo en cuenta estos tres enfoques el Proyecto Medusozoa Colombia, se enmarca dentro del Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº14: Vida submarina, porque "para entender el rol de una especie dentro de un ecosistema debemos conocer primero su distribución y estacionalidad", es por esta razón que desde la ciencia ciudadana  se busca alimentar la base datos de registros como línea base que permita el desarrollo de nuevos proyectos:
  • Aprovechamiento económico, como por ejemplo como fuente de colágeno o como un recurso pesquero alternativo para la población de pescadores.
  • Evaluación de la respuesta de las medusas a cambios en las variables medioambientales, para ser usadas como bioindicadoras de cambios en el medio ambiente. 

Tomado de: Cedeño-Posso, C. 2012. Biología Reproductiva de la Medusa del Género Lychnorhiza Haeckel, 1880 (Scyphozoa) y Ensayos Preliminares de Fecundación y Desarrollo In Vitro.  Tesis para optar por el título de Magister en Ciencias Marinas. Fundación Universidad Jorge Tadeo Lozano. Facultad de Ciencias Naturales e Ingenierias. Programa de Biología Marina. 99p. Ver Tesis


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